Él, que sólo quería tocar su cuerpo, acabó por llevarla de la mano por la calle.
Él, que sólo quería un lío de una noche, se convirtió en adicto a sus besos, de su pelo, de su sonrisa, de ella.
Él que pensaba olvidarla en el momento que más le conviniera, comenzó a pensar en ella cada día.
Pasó de querer comérsela a querer comerse el mundo con ella."