-Yo te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
-Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
-Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
-Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré.
-No lo creo...si me odias no me querrás ver..
-No lo creo...si me odias no me querrás ver..
-Pues cierro los ojos.
-No me querrás oír.
-No me querrás oír.
-Pues no te dejaré hablar.
-¿Entonces?
-Te abrazaré y te diré, ¿te acuerdas de aquella tarde que te prometi un para siempre?
-¿Entonces?
-Te abrazaré y te diré, ¿te acuerdas de aquella tarde que te prometi un para siempre?
Lo decia enserio.
Preciosa entrada con sobrecogedoras palabras que nos hacen creer que los para siempre no siempre tienen por qué ser farsas o palabras dichas en vano. Me encanta tu blog, te dejo el mio por si te apetece pasarte: http://serfeliztehacegrande.blogspot.com.es/
ResponderEliminarYa me he pasado, me encanta también. Es precioso, de erdad.
EliminarBesitos.