Ahí es cuando miras atrás y te gustaría que muchas cosas volviesen a ser como antes, pero te das cuenta de que ya es demasiado tarde, de que te duele tanto que no sabes que puedes hacer para que ese dolor cese.
Decidas lo que decidas sabes bien que eso te pasa por no haber luchado por aquello que querías, y luego te arrepientes y te encierras en tu cuarto a pensar y puede que hasta a llorar pero, ¿crees qué con eso arreglarás algo? No arreglarás nada, al contrario, eso empeora las cosas.
En uno de esos instantes piensas en mantenerte aferrada a la mínima esperanza que haya por muy pequeña que sea, pero sabes que es inútil y no tiene ni pies ni cabeza.
La cuestión es que todo ha cambiado y que sin esas cosas que te hacian levantarte día a día solo hay dolor.
Quizás nada vuelva a ser como antes, podrá mejorar, pero como antes no.
La suerte se me ha escapado en un suspiro y la vida se me ha roto en mil pedazos, se me han roto espejos, se me ha caido sal, se me han cruzado mil gatos negros, me he levantado y pisado más de una vez con el pie izquierdo, ¿qué más da ya lo que me pueda pasar? Eso es trampa,y quien hace trampas, pierde.
Al fin y al cabo lo que más gracia me hace de todo esto es la gente que piensa que es muy fácil hacer borrón y cuenta nueva. como si nada, lo pintan todo de color de rosa y se creen que con pulsar el boton de suprimir , olvidará todo su pasado, pero las cosas no son así, o lo afrontas y sigues tu camino, o la mierda te come.
Y es que no es fácil salir adelante cuando todo lo que tenías en tu vida, todo lo que tenias que te hacia sonreír y con lo que podías ser feliz se esfuma, cuesta afrontarlo, pues nadie ha dicho que sea imposible.
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